Lugares: El Trigo

Párrafos escogidos del libro: Recuerdos de una Escuelita Rural, de doña Matilde Martinicorena de Daquino. Buenos Aires, Ed. Publicidad Gráfica Beta, agosto de 1969

Panorama

"Extenso paraje con su arroyo de cristalinas aguas, muchos cañadones, campos más o menos amplios, numerosas chacras y estancias colindando con un caserío largo y ralo de una veintena de viviendas sobre una calle, "Circunvalación", en cuyo centro se levanta como un estandarte una pequeña estación de ferrocarril rodeada de flores.

Entre sus casitas, unas de material, otras de barro y paja, muéstranse el Destacamento de policía, dos, a veces tres almacenes "surtidos", con casi todo lo necesario para la sencilla vida campesina, una herrería, una panadería, la escuelita, una carnicería y hasta ¡una tienda!
25 de Mayo, 9 de Julio, 12 de Octubre: por la mañana fiesta escolar en el patio; por la tarde tempranito nomás, carreras cuadreras, pollas y corridas de sortijas. A la oración "matinée". En los meses frescos: yerra

De vez en cuando un baile en los galpones de la estación a beneficio de la escuela o para contribuir al arreglo y conservación de los caminos lindantes.

Algún festejo en privado entre amistades para saborear un sabroso cordero al asador y pasteles. Un día de la semana, cualquiera, de compras con un dejarse estar, sin apuros, charlando un rato y enterándose de novedades para no andar "atrasado de noticias". El escanciar de unas "copitas", en el mostrador, de los parroquianos alternando con algunas jugadas de bochas o de naipes. Ver llegar y partir el tren, despedir al amigo o famliar que se va para "hacer una diligencia". La espera de alguna carta, diario o revista en la Estafeta mientras se sella y comprueba la correspondencia.

Los domingos visitas hogareñas o el transitar por los campos respirando a pleno pulmón y recreando la vista con lo que diariamente se ve, pero siempre cambiante en su simple belleza según las estaciones del año. ¿No es acaso maravillosa esa inmensidad con sus dorados trigales, sus azulados linares, trebolares en flor, manchones amarillos orientándose hacia el nacimiento del sol de los magníficos mirasoles o las diminutas florecillas silvestres?

Y como razón principal para su subsistencia, el diario trajinar en el cultivo de la tierra, el cuidado de las haciendas y la crianza de aves. Todo esto constituye la vida reposada, monótona y sana de la zona campestre donde se desarrollan estos cuadritos, quizás tontos, de una escuela rural, que tienen únicamente el valor intrínseco de ser reales"


Preocupación

"El almacén de 'Ramos Generales', muy próximo a la escuelita, donde el cliente encontrará cómodo mostrador para escanciar su bebida predilecta, comestibles, desde la yerba y la harina, hasta la nuez moscada, los aperos necesarios para su labranza, carretes de hilo y alfileres de gancho o el espectorante que le curará la tos y hasta los útiles escolares de los que se surte el alumnado, muy buena clientela por cierto, ha recibido cuadernos, lápices, gomas y figuritas: han terminado las vacaciones. (....)"



Carrera de sortija y baile

"Martes 9 de Julio.
¡Cuánto se había discutido con anterioridad, sobre los festejos de la gloriosa fecha!
Las opiniones habían estado muy divididas entre los miemros de la Cooperadora escolar; no obstante al final... todos quedaron de acuerdo: lo más criollo y más entretenido, carrera de sortija por la tarde y a su terminación, baile. (...)

En la calle Circunvalación, comenzó la corrida de sortijas. Eran las 14.20.

Ya estaba estipulado. Se había resuelto adjudicar el primer premio -un cuchillo de plata- al que sacara el mayor número de sortijas en el tiempo convenido. (...) El segundo: bombilla y mate con embocadura de plata. El tercero y cuarto: medallas conmemorativas. Se entregaría también un premio estímulo al que sacase la primera sortija: un rebenque con cabeza de metal blanco (...)
Llegó la horaa. Los numerosos participantes, casi todos trajeados de camisa y bombacha blancas y espuelas con sus estrellas bien picadoras. Los emprendados de plata salieron de sus caballetes, metidos en el mejor rincón del galpón. No faltaron los adornos con cintas argentinas hasta en las patas delanteras de los caballos.

Transcurridas las dos horas, a las 16.20, el juez árbitro, reloj en mano, anunció la terminación. Los ánimos exaltados por el entusiasmo, dieron lugar a otros desafíos, corriéndose una polla y algunas carreras. (...)

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De aquí al baile.
El salón, como siempre, uno de los galpones de la estación, solicitado por intermedio del jefe a la empresa de ferrocarril, engalanado con gallardetes; al frente una bandera argentina, abarcando gran parte de la pared; faroles preparados para el anochecer que ya se venía a grandes zancadas. Pronto se llenó de gente alegre dispuesta a seguir conmemorando la magna fecha. (...)

Don Antonio y don Reinaldo, deshaciéndose en galanterías acomodaban a las damas, ocupando los asientos colocados a las orillas de las paredes.

La "Rueda de la fortuna" a pesar de alivianar los bolsillos y las billeteras ante las convincentes palabras de don Ricardo que aguijoneaba a más y mejor, dejó contentos a todos.

Hasta el comisario -invitado especial- estaba presente. "Para hacer acto de presencia" -dijo- pero... siempre atento al funcionamiento de la ruleta (...)

Los premios consistían en empanadas de picadillo y de dulce; emparedados de "finas milanesas"; trozos de lechón, pan y pollo; porciones de tortas caseras y algunas botellas de buen vinito ¿Quién con todo esto pensaba en regresar a su casa para ir a cenar?
Se rifaron: una valija con licores y confituras; bombones y otros artículos que iban a parar prontamente al estómago.

Las jovencitas, encargadas del bazar turnándose para no perder del todo el baile, no cesaron en su empeño hasta dejar vacíos los estantes, antes llenos de baratijas.
La orquesta local -violín y bandoneón- sin pereza, acometía con fervor cuanta pieza musical sabían sus integrantes.

Los chicos asistentes recibieron galletitas. Fiesta completa.

Con tanta adhesión popular, la escuela no quedó en deuda con la tienda; las paralelas se refaccionaron, el botiquín se llenó de medicamentos; la estacada quedó como nueva; se compraron dos bancos más para el patio, quedando como decía don Juan:- Parece una plaza de pueblo. Uno podría venir los domingos a sentarse y charlar un rato a la tarde"


Puchero

"La utópica fábrica, a pesar de pertenecer solamente a primer grado superior, invade el aulaa, rincones y patio. Envoltorios, latas vacías exhibiendo las leyendas: 'Duraznos al natural', 'Pimentón X', papeles de diario, frascos conteniendo vinagre, harina, agua, mates y palos de escobas. ¿Todo para qué? Simplemente para la fabricación de cabezas de títeres que se emplearán en actos y festivales venideros.

Esa mañana en hora de trabajo manual, cada 'obrero' picó el papel y preparó la pasta dejándola en maceración en los cacharros colocados en larga fila al frente del salón (...)
- ¿Qué sucede? ¿Por qué esas risas? De pronto por allá, un arriesgado con un hilito de voz medrosa aclara la situación.

- José le dijo al Delio que ese tacho grande es el que usan para hacer puchero..."




Encuentro futbolístico

"Uno de los miembros, el más joven, propuso: - ¿Vamos a preparar a los chicos para formar un cuadro de futbol y jugarles a los de la escuela de La Porteña?

Los ojos de los integrantes de la Comisión Cooperadora en pleno, se clavaron extrañados e incrédulos en la humilde persona del auxiliar de la estación ¡Que idea rara...! (...)

Comenzaron las prácticas. (...) La playa de la estación sirvió de cancha para los ensayos sabatinos y domingueros. El alambrado divisorio de la calle - con el consentimiento del jefe - se convirtió en estacada para los pacientes caballos de los futbolistas y de los muchos espectadores amigos que los alentaban y pasaban las tardes entretenidas.

Por fin llegó el domingo, fijado día del cotejo (...) Cero a cero su final en un cotejo bien jugado (...)
La cancha, tratada como en muy pocas ocasiones lo había sido, parecía haber logrado en su mudo reino un soplo de vida humanizado; sus dos arcos, enormes bocas abiertas en amplias sonrisas despedían también a aquellas movedizas figuritas invitándolas a un pronto retorno"






Fotografía

"El Jeep, recorriendo escuelitas rurales, llegó un día de septiembre completamente cubierto de barro (...) Bajose el fotógrafo estirando las piernas en un desperezo. Llamó, seguro del resultado de su empresa. A más cantidad, más lucro, para lo cual debía entrar en juego la argumentación del convencimiento.

Todos aceptaron regocijados, contando con el apoyo incondicional de sus familiares. ¿Quién no se iba a quedar con una o dos fotografías también para el pariente predilecto?
La maestra regateó cuanto pudo; al fin quedó estipulado el precio por cada fotografía, fijándose el día del acontecimiento. Se pronosticaba asistencia perfecta dado el interés de cada uno por el 'retrato'

Llegó el día 8 de octubre. El tiempo se unió al deseo de chicos y grandes. ¡Preciosa la mañanita! Todos se ocuparon de estar acicalados.

Se trajeron unos tablones del almacén, colocándolos sobre pupitres de bancos al frente de la 'galería', de cuyo techo pendía una cenefa metálica muy ornamentada y cubierta en parte por las floridas enredaderas. Un fondo muy adecuado. Amplio el lugar. Nada de amontonamiento. Cada uno debía lucir bien para sus padres y para la posteridad.

Los mayorcitos de pie sobre los tablones, otros de pie en tierra y los más pequeños sentaditos sobre unos mullidos cueros de carneros. La maestra sacó de una caja un montón de moños azules, usados en fiestas patrias. Se plancharon y nadie quedó sin el aditamento. ¡Estaban paquetísimos!

El grupo de los cómodamente sentados sostenía una gran pizarra con la leyenda: Escuela Nº.... Estación.... Partido.... Directora... Fecha..., resultando la más favorecida en su reproducción.
Algunas mamás acompañaron a sus hijos para el caso, ayudando a ponerlos nerviosos y más aún al fotógrafo, cuando agregándose en grupo detrás de su máquina daban sus personales indicaciones. (...)"




Visitando recuerdos

"La maestra ha vuelto a la escuela, pero esta vez en calidad de visitante. (...)
La escuelita fue la más favorecida, recibiendo en ganancia las dádivas del tiempo. Expresándolo literalmente, crecieron sus aulas, cruzó en vuelo las vías del ferrocarril y se posó en otro predio, frente a su viejo sitio. (...)

- ¡Oh! ¡Cuántos de los objetos de allá, siguen siendo utilizados o sirviendo de ornamento acá!
Los cuadros de San Martín, 'Máximas para mi hija', de José de San Martín, el escudo de laa provincia, lucen en los mismos marcos. El pequeño crucifijo y una lámina representando un ramo de flores de ceibo, sin perder el colorido, guarda en sus rasgos a lápiz dos valores: sentimental e inclinación al dibujo de una alumna: Inesita. (...)

El mueblecito, mezcla de biblioteca y ropero, sigue sirviendo de museo; en él están muchos de los objetos que desvelaron a Julio, Quinto, Carlitos, Sarita, Alcira, Faride, Tonita, Maruca ... (...)
(...) Resolviendo un problema Roberto, Martín, Aurora, Mulato, Abel, Coquito, Mateo. Copiando a sus compañeros: Luis, Pedrito, Adelfa, Yoyi, María Angélica. Carmelo agachadito haciendo marcas en el pupitre. (...)

Allá por entre los bancos, Beatriz, celadora de la semana, con un mohín de disgusto, contando por tercera vez a sus compañeros, tocándolos uno a uno para no fallar. (...)

El porta mapas que ahora ocupa un amplio rincón, se acomoda a la imaginación; lo ve ocultando, en la estrechez del aula, medio cuerpo de Ricardito, el cual sacando provecho de tal circunstancia esconde la cabeza detrás de los enrollados mapas y se hace el sordo ante el requerimiento de un deber no presentado. (...)
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Cierto es que los años quedaron atrás con sus dichas y adversidades; con sus aciertos y sus errores; mas sacudiendo de sí la rebeldía para con el ahora aferrado al ayer, una nueva felicidad se apodera de su ser: el presente, eslabón del pasado está ahí, palpable, dando sus frutos. Nuevas alegría y nuevas esperanzas. Nada pasó sin logro ni efecto.

Su alma se colma de gratitud por lo que apenas una jovencita se propuso y lo consiguió.

Henchido su corazón por lo que dejó, se va con su carga maravillosa de afectos y recuerdos.

Unidos quedan Ayer, Hoy y Mañana."


Matilde Martinicorena de Daquino



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EL TRIGO... Un lugar en el mundo
EL TRIGO, como ustedes sabrán, fue una Estación del Ferrocarril General Belgrano, y no es casualidad que los Draghi tengan algo que ver con los trenes. Pero tanto ó más importante que su Estación fue el Pueblo que surgió alrededor. A 35 Km. de Las Flores y a 45 Km. de Saladillo, tuvo una ubicación estratégica para su crecimiento, con respecto a otros pueblos que rodearon a Estaciones del mismo Ferrocarril, como Blaquier, Estrugamou, Velloso, etc. y fue por ello que es el último pueblo que hoy aguanta de pie, y así lo será mientras un Draghi lo mantenga vivo en su memoria.-
Contaba mi viejo, y algo de eso he visto, que en su mejor época había tres carnicerías, dos panaderías, dos almacenes de ramos generales, dos bares, una Biblioteca popular, Correo, y hasta un club... ¡¡¡ sí !!! nada menos que el CLUB ATLETICO EL TRIGO, donde por supuesto un Draghi fue presidente (Ricardo), otro Draghi fue jugador de fútbol (Caito) y otro mascota (Yo).-
Y en este entrañable y amado pueblo los DRAGHI tuvieron muchisimo que ver, porque si alguien algún día escribe la historia de El Trigo, será incompleta si en ella no se encuentra nuestro apellido.- Y es bueno destacar en este punto que para el crecimiento de este pueblo, Abuelo Ricardo donó parte de su campo ("La Peluda"), que se encontraba lindando a los terrenos del Ferrocarril.-

Fabián Draghi

1 comentario:

  1. que grato encontrar este comentario de Fabian Draghi.
    Un fuerte abrazo
    Eduardo Insua

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