Vidas: José Andrés

Mi abuelo José Andrés nació en Olavarría, el 5 de noviembre de 1895.

Acompañando los cambios de destino de su padre José, a fines del año 1906, con 11 años de edad, comienza a trabajar en el Ferrocarril del Sud como peón caballerizo en la estación Azul, cobrando $ 1,32 por día de trabajo, y al año siguiente es trasladado a Martinetas, donde su padre José era Capataz de Cuadrilla. A partir de septiembre de 1908 comienza su carrera "oficial" como empleado del ferrocarril cobrando $40 por mes. Desde sus 13 a sus 20 años fue Practicante en Martinetas y en Pourtale, Telegrafista y Dependiente de Encomiendas en La Madrid y Practicante y Telegrafista durante 4 años en Pigüe.

A los 20 años de edad, en diciembre de 1915, es convocado para cumplir con el Servicio Militar en la Batería de Artillería a Pié, perteneciente a la Escuela de Tiro de Campo de Mayo. En julio de 1916 fue ascendido a cabo y dado de baja a comienzos de 1917. Durante este año participó de maniobras en la provincia de Entre Ríos de donde conservó gratos recuerdos durante toda su vida (en casa de Maruca se conserva todavía un frasco con cantos rodados traidos por el abuelo de aquella oportunidad).


Al finalizar el Servicio Militar continuó un año más en Pigüé como Dependiente de Encomiendas y Auxiliar, otro año como Auxiliar en la Madrid y en febrero de 1918 fue trasladado a Olavarría. En abril del mismo año participó de una huelga por lo que fue dejado cesante... En octubre de ese año fijó su domicilio en Azul donde vivían sus padres. Alli permaneció entre sus 23 y 25 años, desconociendose su actividad durante este período.

Poco antes de cumplir sus 25 años y unos meses antes del fallecimiento de su padre, José Andrés se traslada a Talleres y comienza a trabajar en el almacen "El Obrero" de Juan Gattorna (casado con Juana Draghi, hija de Serafín). Allí permanece rodeado de parientes durante dos años hasta que en ocasión del casamiento de su hermana Carola con Juan Ragaglia, en diciembre de 1922, conoció a la hermana del novio (mi futura abuela): María Bárbura Bertencina ("Hortensia").

Y además de afortunado en el amor, también lo fue en el trabajo ya que por alguna "gestión familiar", en junio de 1923 retorna a su actividad de ferroviario como telegrafista de la estación Talleres del Ferrocarril Provincial de La Plata a Meridiano V. Fue destinado temporalmente a la estación 9 de Julio y a la Oficina de Movimiento hasta que en abril de 1926 es ascendido a Jefe de 4ª categoría y destinado como Jefe de Estación del Km 190 del flamante ramal Beguerie - Azul. Asi llega mi abuelo a la Estación "El Trigo", a fundarla desde la nada... Definido su destino decide llevar a vivir con él a su madre, doña María Nóbili y a su novia!! (moderno el abuelo...!!).


Un año después de instalados, el 10 de diciembre de 1927, José y Hortensia se casaron y formaron su hogar en el mismo edificio de la estación. Al año y medio, en abril de 1929 nació Inesita, en 1931 Roberto (quien falleció al mes de vida), en 1932 nació "Queca" y "Maruca" en 1934.

Esta época: fines de la década del '30, década del '40 y un poco más; parece marcar la "Edad de Oro" de El Trigo. Todas las historias familiares escuchadas pintan un paraiso; no hay más que leer el libro de doña Matilde o haber escuchado los cuentos de mi mamá a la noche para hacernos dormir o meterse en las historias y recuerdos que cuenta Fabián referidos a su padre y a su abuelo para descubrir una atmósfera mágica que no se ha borrado con el tiempo.

En ese mundo maravilloso José continuó su carrera, ascendiendo a Jefe de 3ª en 1933, de 2ª en 1946 y de 1ª en 1948. La dedicación puesta en su trabajo le mereció elogios y felicitaciones, y no es poca cosa mencionar que durante varios años, en forma consecutiva, ganó el premio a la "mejor Estación" del ramal.

En 1951, después de permanecer 25 años al frente de "su" estación, José Andrés se jubiló y se mudó a Las Flores donde vivió rodeado del amor de sus hijas hasta su fallecimiento, a los 92 años, en abril de 1987. Siete meses después lo acompañó Hortensia, su compañera de viaje...


Juanjo Vendramin



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